CICLO DEL FOSFORO
Aunque la proporción de fósforo en la materia viva es
relativamente pequeña, el papel que desempeña es absolutamente
indispensable. Los ácidos nucleicos, sustancias que almacenan y traducen
el código genético, son ricos en fósforo. Muchas sustancias intermedias
en la fotosíntesis y en la respiración celular están combinadas con
fósforo, y los átomos de fósforo proporcionan la base para la formación
de los enlaces de alto contenido de energía del ATP, que a su vez
desempeña el papel de intercambiador de la energía, tanto en la
fotosíntesis como en la respiración celular.
El fósforo es un elemento más bien escaso del mundo no
viviente. La productividad de la mayoría de los ecosistemas terrestres
pueden aumentarse si se aumenta la cantidad de fósforo disponible en el
suelo. Como los rendimientos agrícolas están también limitados por la
disponibilidad de nitrógeno y potasio, los programas de fertilización
incluyen estos nutrientes. En efecto, la composición de la mayoría de
los fertilizantes se expresa mediante tres cifras. La primera expresa el
porcentaje de nitrógeno en el fertilizante; la segunda, el contenido de
fósforo (como sí estuviese presente en forma de P 2 O 5); y la tercera, el contenido de potasio (expresada sí estuviera en forma de óxido K2O).
El fósforo, al igual que el nitrógeno y el azufre,
participa en un ciclo interno, como también en un ciclo global,
geológico. En el ciclo menor, la materia orgánica que contiene fósforo
(por ejemplo: restos de vegetales, excrementos animales) es descompuesta
y el fósforo queda disponible para ser absorbido por las raíces de la
planta, en donde se unirá a compuestos orgánicos. Después de atravesar
las cadenas alimentarias, vuelve otra vez a los descomponedores, con lo
cual se cierra el ciclo. Hay algunos vacíos entre el ciclo interno y el
ciclo externo. El agua lava el fósforo no solamente de las rocas que
contienen fosfato sino también del suelo. Parte de este fósforo es
interceptado por los organismos acuáticos, pero finalmente sale hacia el
mar.
El ciclaje global del fósforo difiere con respecto de
los del carbón, del nitrógeno y del azufre en un aspecto principal. El
fósforo no forma compuestos volátiles que le permitan pasar de los
océanos a la atmósfera y desde allí retornar a tierra firme. Una vez en
el mar, solo existen dos mecanismos para el reciclaje del fósforo desde
el océano hacia los ecosistemas terrestres. El uno es mediante las aves
marinas que recogen el fósforo que pasa a través de las cadenas
alimentarias marinas y que pueden devolverlo a la tierra firme en sus
excrementos. Además de la actividad de estos animales, hay la
posibilidad del levantamiento geológico lento de los sedimentos del
océano para formar tierra firme, un proceso medido en millones de años.
El hombre moviliza el ciclaje del fósforo cuando explota rocas que contienen fosfato.
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